Friday, October 27, 2006

Chiclets

Montada en el tope de la cocina, abriendo el gabinete de la esquina y haciendo un gran esfuerzo con mis manitas para alcanzar aquellas contadas bolsitas, al lado de las cuales se encontraba una vela.


Esa es la imagen que tengo de mí a los 7 u 8 años, cuando la felicidad máxima era simplemente terminar de saborear uno de esos ricos "chiclets" en cuya búsqueda me hallaba.

Mi mamá me enseñó cómo prepararlos: "Agarras una de las piedritas de Mástic y un poquito de cera, los juntas y te los metes en la boca".

La textura resultante era una dura masa pegajosa que se quedaba adherida a los dientes, y al masticarla dos o tres veces, ya era imposible volver a hacerlo de lo tiesa que se ponía.
Pero el sabor, ese sabor, sencillamente indescriptible, era lo que me volvía loca!! Me parecía que ni todas las piedritas que para el momento teníamos, eran suficientes para saciar mis ganas de más!!! Sin embargo, las cuidaba con recelo, no las malgastaba, y siempre estaba pendiente de que quedaran unas cuantas, porque alguien nos las había traído del Líbano, y probablemente una vez que se acabaran iba a ser imposible reponerlas.

Inevitablemente, llegó el día: las bolsitas se vaciaron, y con ello, el Mástic se convirtió en un delicioso recuerdo, porque por razones desconocidas nunca más volvieron a ocupar su espacio, al lado de la vela.

No fue sino unos 10 años más tarde cuando se llevó a cabo el gran descubrimiento: la Adams en el Líbano había sacado un chicle con sabor a Mástic!!!! Qué felicidad!!!!!

Su textura: mejorada! y su sabor: el mismo de siempre!
Desde entonces, cada vez que alguien viaja al Líbano, se trae consigo unas cuantas cajas de Chiclets y las reparte entre la familia.

Así pues, su disponibilidad ha aumentado, pero esas ganas insaciables de comérmelos nadie me las ha quitado! Cuando abro una nueva cajita no pasa por mi cabeza otra cosa que no sea metérmela completica en la boca!!! Pero reflexiono, y recuerdo aquellos días en los que austera, sólo me comía una pepita, y para mí, signigicaba la gloria!!! Disfruto así, mi pastillita de Chiclets, agradeciendo infinitamente su presencia en mis gavetas!

2 comments:

La Gata Insomne said...

Hola
Qué bueno esto!!!!
me encanta enterarme de esos recuerdos, tan igualitos a todos y a la vez tan diferentes.
Me encantó el artículo que escribió Sumito este domingo, supongo que te lo envié.

"Tu cuello huele a almendras amargas"
Asocia los olores a la infancia!!!!!

besos

Gracias

JDD said...

Gracias!!
Sí lo leí, está buenísimo! estoy totalmente de acuerdo con lo que dice!